21 de septiembre de 2006


05/30/06
Soy un caldo en reposo, en la sección de entremeses en la barra de buffet del mundo. Creo que si fuese un platillo sería una entrada, como una suave crema de algo. No soy un plato fuerte como un trozo de carne con guarniciones de charales o como un dulce postre. Aunque puedo aclarar que está en mi, la habilidad de la transmutación vía adaptación. Soy una crema a la que se le puede hacer pesada cual plato principal o poner un poquito de azúcar para sorberla después de degustar los otros platillos. Todo depende de que clase de comensal seas. Soy un caldo primitivo en reposo. Materia prima se converge en mis entrañas para dar paso a cosas nuevas… ¿Cómo será el proceso que dará vida al producto nacido de tal sopa de la creación? Bien, eso fue pretensión, y lo acepto, pero ¿Qué cosa no está llena de pretensión tan solo dentro de este canal de comunicación? La semana del diablo está terminando. La Madre de Todas Las Pruebas del Infierno esta a punto de enfrentar a La Madre de Todos los Retadores. Pero puedo intuir que será tan fácil como darle un caramelo a un bebé malcriado. Entonces habré de convertirme en pastel, con azucarado sabor, más no empalagoso, ya que no se lo merece. Ni que fuera niño de comercial de Tang. Sigo diciendo que el poder está en manos de las personas que no debiesen, quienes han convivido conmigo los últimos días sabrán a qué me refiero. Me da tanta pena y lastima que me atoraré en un alambre de púas y moriré. Como éste caption no posee un gran contenido para ser debatido u comentado pueden reseñar al anterior si así lo desean, puesto que siento que aún me falto oír respuestas de gente que me importa en verdad.

Te traes a Las Montañas Rocallosas envueltas en celofán rojo y ve con don Eliphas Levi para que te de media onza de debates con rosacruces, pero que estén bien maduritos...los debates, no los rosacruces... Aunque en realidad, eso no importa... y gracias por comer en mi mesa.
Te quiere,
Mamá.

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